El intendente de Tinogasta, Hugo Ávila, confirmó que cuando venza el mandato de la actual auditora cerrará esa repartición municipal por falta de recursos. “No hay fondos para designar auditores –dijo-. Yo no soy renuente a que me controlen la gestión. Yo he sido el intendente más controlado de Tinogasta”. Señaló además que “mal puedo oponerme al funcionamiento de ese organismo cuando yo promoví su creación cuando se sancionó la carta orgánica del municipio”.
Argumentó que el nombramiento por parte del ex intendente Simón Quintar de 220 empleados provocó graves dificultades para las finanzas del municipio, y que es su política no nombrar a nadie en lo que queda de la gestión para intentar equilibrar las finanzas de la comuna.
Dijo que Quintar ya le hizo una auditoría a su anterior gestión a través de una consultora, y que después hizo una denuncia que “no tiene ni ton ni son”.
Respecto de la oposición de los concejales a la decisión de cerrar la auditoría, manifestó que los ediles pretenden impulsar un juicio político en su contra para que asuma el vice intendente, José Alaniz Andrada, “pero no lo van a lograr porque no tienen en el apoyo de la gente”. En particular se refirió a la concejal María Tale de Saab, del Frente para la Victoria, de quien dijo que ingresó al concejo “porque iba en lista sábana pegada a mi voto”.
En otro orden, se conoció que la actual auditora municipal, Rosa Muñoz, quien termina su función el 20 de octubre, nunca realizó ningún acto de visación ni de control de gastos en los cinco años que permaneció en el cargo.
Desde su creación la auditoría pasó por diversas situaciones administrativas y judiciales. El organismo tiene presupuesto propio, aunque los fondos nunca fueron girados desde el Ejecutivo.
La auditora Muñoz envió nota con fecha del 15 de agosto para comunicar que existía “una omisión de remisión de los expedientes según establece la normativa y que coloca al municipio en una situación de incumplimiento administrativo”, pero aún no tuvo respuestas.
Asimismo, se transmitió la preocupación por el vencimiento de los plazos al frente de la Auditoría y la «imperiosa» necesidad de convocar a concurso para cubrir la vacante a efectos de que no se produzca una acefalía.
Los ediles, por unanimidad, resolvieron la semana pasada intimar al intendente para que cumpla con la normativa.

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