La mandataria argentina arribó a la Santa Sede y allí, entregó un set de mate al Pontífice. Luego de que Francisco rompiera el protocolo al saludarla, la Presidenta exclamó: «Nunca me había besado un Papa».
La Presidenta abrió el regalo y describió cada cosa que contenía el presente como una «yerbera de calabacita» que acompañaba a un mate, un termo y una azucarera. Por su parte, el Sumo Pontífice le regaló una Mayólica con la imagen de la Iglesia de San Pedro.
Luego, Cristina le presentó uno a uno a los integrantes de la comitiva que la
acompañó, entre otros, el canciller Héctor Timerman, el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, y otros miembros de la delegación.
La jefa de Estado verá al Pontífice en la Santa Sede y luego de ese encuentro, la Presidenta argentina volverá a su hotel desde donde contará a la prensa los detalles del encuentro.
Esta mañana, la Presidenta salió del hotel Edén, en que se aloja en Roma, sin hacer declaraciones a los periodistas que esperaban fuera del hotel, la mandataria subió al automóvil que la llevó a la Santa Sede.