Luego de lo que podría denominarse una primera instancia de polémica alrededor de la votación electrónica para conformar la grilla de artistas locales que subirían al escenario mayor del Poncho 2018, comenzaron a sonar, junto a un comunicado de Afuca (Asociación de Folkloristas Unidos de Catamarca), una serie de nuevas críticas y cuestionamientos por parte de algunos artistas locales respecto al nuevo método de selección.
Desde sus redes sociales, algunos músicos comenzaron a expresarse dándole al asunto su fondo valorativo desde lo cultural, dejando de lado aquellas primeras cuestiones que versaban sobre aspectos técnicos y estrictos de la votación, como la duda sobre la representatividad del método considerando la dificultad de conexión de la gente del interior, y dando lugar a verdaderos manifiestos acerca de lo que debería ser el tratamiento del arte por parte de los entes públicos.
Un caso de expresión pública resonante fue el del artista catamarqueño Eduardo “Negro” Sosa, quien expresó en una carta abierta, entre otros puntos, que “esta contienda echa por tierra los logros, trayectoria e idoneidad de los artistas de la región y, a la vez, responde a la Lógica del Mercado, que manda que la popularidad es más importante que las expresiones autenticas de una región y se aleja absolutamente de toda gestión cultural que se precie del tal”, decía el músico y continuaba su reflexión asegurando que “una autentica promoción cultural reza por que el público en general conozca a sus artistas, los que hablan de su gente, de su tierra”. Sosa aclaraba que le gustaría formar parte del escenario, si la evaluación que tradicionalmente se hace así lo dispusiera, pero que rechaza participar en el concurso.
Una reflexión similar manifestó en sus redes Belén Parma, pianista y cantante catamarqueña que conforma el dúo Río y Río. La artista entendía que el sistema de votación electrónica “converge hacia el entretenimiento y lo masivo (que no es sinónimo de Popular)” y que, a su criterio, “aplasta y destruye, homogeniza y achata”.
Ya en formato de comunicado oficial, lanzado ayer por la mañana desde su fan-page, el grupo de músicos y productores Carafea se posicionaba como “totalmente en desacuerdo” con la modalidad de selección de artistas para el festival y decían: «Queremos ser elegidos por nuestra música, nuestras acciones, nuestra trayectoria, por el trabajo que durante todo el año realizamos para representar a Catamarca y no por una cantidad de votos en una red social: No somos políticos, somos artistas». Además, los músicos cuestionaban el hecho de haberse tenido que enterar sobre su postulación en la plataforma solo al momento de verla activa.».
A partir del movimiento en redes, El Ancasti pudo conversar con otros artistas involucrados en la selección, algunos de larga trayectoria como los “Americanta”. Desde la opinión de Lucio López, uno de sus miembros, “resulta triste que, una vez más, el artista catamarqueño tenga que pasar por situaciones ajenas a hacer arte, en este caso la música.” Otros históricos que quisieron expresar su postura fueron los Catamarca Tres, asegurando que los “sorprendió este tipo de metodología que se implementó”. “Creo que no es lo más coherente, deberían utilizarse otras herramientas para la valoración y contratación de nuestros artistas”, decía Amado Narváez.
También artistas nuevos, que si bien vienen trabajando hace años como músicos, comienzan a lanzarse recientemente como alternativas para el escenario mayor y manifestaron desacuerdo. Es el caso de los jóvenes Malvadrusa Trío, que consideraron que el sistema de votaciones no garantiza que suban al escenario muchos artistas reconocidos por la calidad de su obra, “que realmente merecen estar y tener un buen espacio”. Otro músico que quiso mostrar su punto de vista es Rocky Costa, quien comentaba al respecto: “Personalmente me uní a la propuesta por una cuestión de respeto a la Comisión Directiva y por mis ganas de ser parte de la cartelera, pero mi opinión es que la selección debería hacerla una comisión idónea y calificada como siempre se hizo”.
Darío Mercado, joven exponente del folklore local que ya participó del escenario del Poncho, ponía el acento de su crítica en el hecho de que elegir en este tipo de votaciones “lleva a interpretar que de nada vale el camino recorrido, las horas de estudio y todo tipo de esfuerzos hechos para crecer en el mensaje que cada uno intenta transmitir”.
Tal vez otros artistas locales hayan valorado y continúen haciéndolo, como justo o adecuado el sistema elegido por la Secretaría de Cultura para conformar la grilla del Poncho 2018, sin embargo los casos de disconformidad manifiesta brindan motivos y argumentos suficientes como para sostener en Catamarca un debate constructivo respecto a lo que la comunidad cultural, artística y política pretende o espera sobre el rol del estado en la gestión de este tipo de espacios de cara al futuro.