“A mi hijo le convidaron, según él me comentó, unos honguitos comestibles que tenían forma de caramelo, de color lila, en calle salta, entre calle Rojas y Almagro, en la parada de colectivo de la línea 204, pero en realidad era droga”, relató a EL ANCASTI la madre del joven que se descompuso tras consumir un caramelo que recibió de un extraño.

La mujer comentó que ese episodio ocurrió a la tarde-noche, antes de las 20.30, cuando su hijo esperaba el colectivo para regresar a su casa luego de comparar algunos materiales para la escuela. “Cuando llegó, lo noté raro. No quiso merendar, lo único que hizo es tomar un poco de agua y se fue al dormitorio y se acostó. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que nada, me acerqué, lo toqué y estaba con taquicardia, tenía el cuerpo endurecido (…) Decidí llevarlo al Hospital de Niños”, contó.

En ese nosocomio –continuó- “la atención fue inmediata”. “Lo revisó el médico de guardia, le pusieron suero y lo pasaron a internación para observación. Estuvo internado dos días”, dijo y detalló que el examen de orina arrojó  resultado positivo de marihuana.

Luego, comentó que las enfermeras les manifestaron que habían registrado otros casos similares en adolescentes, en distintos puntos diferentes de la ciudad.

“Es un alerta. En realidad, los chicos no deben recibir nada de nadie porque la droga puede estar en una bebida, en un caramelo, en cualquier cosa”, reflexionó y añadió: “La droga está en todas partes pero los adolescentes creen que no les va a pasar nada”.

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