Omar Carrizo, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de la seccional Catamarca y La Rioja, confirmó que en el último mes continuaron las suspensiones para la fábrica metalúrgica Ikala (ex Neba) y Longvie, ambas ubicadas en el área industrial de El Pantanillo.
Según informó, en Neba se estuvieron realizando acuerdos individuales al 70% del salario de los trabajadores y hay expectativas de reactivación para esta semana. «Nos aseguraron que se vendió cierta producción y que hasta principios de la otra semana habría materia prima y se podría largar a un ritmo sostenido nuevamente», afirmó en declaraciones a Radio Ancasti.
La fábrica metalúrgica Ikala (ex Neba) propuso iniciar un período de suspensiones como medida paliativa del contexto de crisis que atraviesa. Lo hizo con cierto respaldo del Gobierno de la provincia, que se comprometió a gestionarle los subsidios REPRO (Recuperación Productiva) y con el subsidio al flete.
En el caso de Longvie, Carrizo informó que ya se habían realizado acuerdos individuales por suspensiones y ahora se pidió ampliar por dos meses más, diez días en cada uno.
«Estaban haciendo acuerdos individuales, pidieron ampliar suspensiones porque ya venían suspendidos, diez días en cada mes, al 60%, se están realizando los acuerdos en estos días», dijo.
«Se trata de mantener la fuente laboral a como dé lugar. Confiamos en que el 27 de octubre pueda cambiar la situación que se generó por este Gobierno que no ayudó ni a las industrias ni a los trabajadores», dijo Carrizo, quien apostó a «la vuelta de un gobierno peronista» para revertir la situación y que esté en sintonía con el Gobierno provincial.
En abril de este año los trabajadores de la metalúrgica Longvie, ubicada en El Pantanillo, recurrieron a las medidas de fuerza y paralizaron la producción de la planta porque se produjeron despidos.
Otros casos
Carrizo comentó que en el país se perdieron 60 mil puestos de trabajo. También señaló que en el interior la situación es más difícil y mencionó el caso de la fábrica Barbero en Recreo, que bajó sus persianas y se indemnizó a los trabajadores. Además, mencionó el caso de la fábrica Gilera, que está con atrasos en los pagos.
«Es una situación difícil para los metalúrgicos en Catamarca y en todo el país», expresó.
Con respecto al pago del bono de $5mil, afirmó que se comenzó a dialogar con los industriales, pero todavía no hay mayores definiciones ya que pretendían analizar la letra chica del decreto nacional.